viernes, 9 de septiembre de 2016

Necesidades de Afiliación, Similitud y Agrado Mutuo

Nosotros nos familiarizamos con aquellos con quienes entramos en contacto; nuestra respuesta inicial es a menudo por nuestras reacciones emocionales; la semejanza es importante y las interacciones placenteras son cruciales. A medida que las personas se conocen mejor, pueden surgir muchos factores que transformen el agrado inicial en desagrado. Los detalles de la proximidad física pueden aumentar o disminuir las probabilidades de que dos individuos cualesquiera entren en contacto repetidamente, y esta es la base inicial de la atracción. Un segundo factor muy importante es nuestro estado afectivo. Las reacciones emocionales hacia aquéllos que conocemos están determinadas en parte por cómo percibimos sus características observables. El proceso de atracción también depende de las necesidades de las personas involucradas. Dependiendo de la fuerza de la motivación a la afiliación de cada persona, éstas pueden estar más o menos motivadas a establecer una relación. Sabiendo que estos cuatro factores están operando (proximidad física, emociones positivas, características observables aceptables y necesidad de afiliación), el proceso de atracción puede pasar al estadio final. La atracción aumenta según el grado en que las similitudes superan las diferencias. El paso final ocurre cuando cada individuo comienza a expresar agrado mutuo.

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